Practicando la Ecología Mental: Emoción y Sistema mental



Fotografía: http://occvltt.com






Sólo existe un miedo, el miedo al Sentir.

Sentir es la palabra tabú en la sociedad actual. Supone un peligro frente al que hay que defenderse y por supuesto conlleva el ataque como estrategia de protección. Sentir y dolor se han convertido en conceptos análogos y ya que la vida es sentir en su totalidad, se acaba deduciendo que la vida es dolor. "¡Así es la vida!", se suele decir con el implícito de "arréglatelas para salir como puedas de ésta". Hay un profundo miedo a la vida, hasta en muchas personas que parecen "vivir a tope".

Sentir las Emociones....se habla mucho de esto, pero ¿qué función tienen en realidad?.
Toda emoción supone una expresión en sí misma, no necesita de nada más, simplemente ser experimentada. Pero en nuestra psique, previamente a la emoción actúa nuestro programa mental. Esta mente programada por numerosos agentes ajenos a nosotros ( historia pasada y futura, mitos, prejuicios, tradiciones, cultura, aprendizajes, reglas, roles...) basa su funcionamiento en equiparar el sentir del miedo y del dolor al ataque y rápidamente inicia una búsqueda de lo que causa sufrimiento para atacarlo. Puedes atacarte a ti mismo (culpa) o buscar el agente causante fuera (la situación, los otros, el mundo, la vida..) y adoptar diferentes formas (quejas, criticas, resentimientos, resistencias, odio...). Habrá ataque, expreses o reprimas la emoción.
De todo este funcionamiento se deriva que la emoción final es la experiencia pura, manipulada por la interpretación que le otorga el programa mental de base. Siguiendo este proceso, no es de extrañar que a las emociones se las equipare con impulsos, respuestas que no están para nada bajo nuestro poder personal y a las que habría que intentar manejar, o bien modelando el comportamiento o bien reprimiéndolas. Sería necesario controlar y reprimir su expresión natural. La consecuencia es que al final te encuentras odiando y atacando algo externo o interno y sintiéndote una víctima. Se genera un bucle entre pensamiento y emoción con el que te identificas que te hace sentir erróneo y sufrir, y mientras tanto la experiencia del Sentir en sí se pierde y se desatiende por completo.
No eres consciente de esto, el programa mental inmediatamente te lleva a actuar ya sea pensando o a nivel corporal ¡no puedes sentir! y en consecuencia ¡no puedes vivir en paz!. Todo esto ocurre a un nivel Subconsciente.

¿Cómo se puede hacer consciente?
Podemos hacernos responsables de la experiencia del sentir entendiendo la emoción como un mensajero. Al igual que los aparatos eléctricos o nuestro coche nos informa con algún indicador de que algo anda mal, la emoción nos proporciona información sobre qué conflicto o qué limitación está actuando a nivel subconsciente. Es una oportunidad de responsabilizarte conscientemente del sentir. Esa información es puramente experiencial, no pasa por el filtro de la percepción ni del lenguaje. Es un reflejo del estado de la mente a nivel subconsciente.

Negar el Sentir supone que se repita una y otra vez el mismo guión en la película de nuestra vida. Es por eso que nos topamos con los mismos conflictos una y otra vez en diferentes escenarios y con diferentes personas.

Para adquirir esta consciencia se necesita práctica, aprender a observar nuestros pensamientos sin confundirnos con ellos (no soy mis pensamientos) y aprender a discernir el silencio existente en el espacio entre los pensamientos (aquí y ahora).
¡No dejemos nuestra experiencia en manos de un programa condicionado!. Hagámosnos responsables de nuestro Sentir convirtiendo lo oculto en consciente.



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